jueves, 18 de diciembre de 2014

La quinta visita

Hay ciudades que nunca se deben visitar más de cuatro veces. Es aconsejable aplazar nuestra próxima llegada, es más, diría que en determinadas ocasiones no se debe volver.
Gregorio Díaz Cañabate nos da la clave. En su obra "Desatinos Fundamentados" apunta, con certeza, el papel de los sueños para tachar ciertos nombres en nuestro cuaderno de viaje.

En el capítulo tercero lo explica con un sueño recurrente.

" ...nos sirvieron la cena en un cesto de mimbre con tapadera cónica del mismo material. Parecía un tajine ornamental que no hubiera conocido fogón; seguramente cocinaban en una olla más prosáica y servían en este recipiente. Enfrente de mí se sentaban dos personas que, en las nieblas del sueño, parecían ser mujeres muy distintas pero que daban la impresión de compartir un fin, un objetivo. La más baja sacó de la manga de su blusa una tarjeta blanca. La sostuvo entre los dedos índice y corazón, como un niño tímido que pide permiso para ir al lavabo, y la lanzó sobre la mesa. Tenía unos trazos que, dado mi miopía y la débil iluminación del local, parecían ser letras.
Miré a la segunda mujer, la más alta y de pelo más corto, y le pedí que me leyera o descifrara lo escrito en la tarjeta.

Complaciente, pero con una mueca sarcástica, dijo:  "¡ Aquí !" ... "

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