lunes, 16 de julio de 2012

Tormenta de verano

Barcelona hoy me suena al preludio de La Catedral Sumergida. Llueve desde muy temprano, es una lluvia persistente y fina que flota como pulverizada.
Con mucho cuidado me despego de tu espalda, me apoyo sobre el antebrazo izquierdo y con la mano libre te acaricio la muñeca. Punteo con los dedos, sobre tu omóplato, el trayecto que has recorrido para llegar hasta mí; Kolozsvár - Budapest - Barcelona. Tres puntos y tres formas de pronunciar tu nombre que identifican tu genética dacia, magyar y servia.
Respiras con la cadencia de la doina que embrujó a Béla Bartók. Es como si el trozo de luna que he puesto bajo la almohada, y que aún no has descubierto, te llevara de la mano en el sueño.
Y me alegro de confirmar lo que ya suponía, que el calor de tu cuerpo es naranja.

1 comentario:

Las Espirales de Brígida dijo...

Me da gusto leerte enamorado.